La vida en comunidad Cristiana y la nueva humanidad

Actualmente la sociedad se enfrenta al reto de asumir una vida en comunidad cristiana. En el nuevo testamento de la Biblia existen muchos autores que narran perspectivas distintas acerca de lo que fue la experiencia del Salvador Jesucristo.

Los mismos nos hablan de aspectos de gran importancia, como lo son la acogida al reino de Dios, la unión fraterna al cristianismo, la hospitalidad para con nuestros hermanos católicos; en la que los acogemos en nuestros hogares y escuchamos sus enseñanzas y noticias. Nos hablan de la fracción del pan, que simboliza el compartir como legado de Cristo en nuestras vidas. El tener respeto hacia los dirigentes de la comunidad, la perseveración hacia los dirigentes que se refiere a la persecución que sufrían por parte de las sinagogas judías o por parte de las autoridades romanas, y por último la significatividad de la comunidad; que nos cuenta como a pesar de ser sufrir persecuciones; las mismas gozaban de tanto apego a la religión que no les importaba cuantos obstáculos se presentaran.

Es importante tener en cuenta que Dios nos acoge en el Reino sin importar diferencias y nos perdona a todos.

Hoy en día, la comunidad cristiana nos enseña a vivir como lo hacían los primeros cristianos. Vivir en comunidad es realmente lo más importante para llevar una vida basada en el cristianismo, esto es debido a que la manera más acertada para que la gente sepa que somos discípulos de Jesús es por medio de nuestro amor al prójimo, y esto se puede demostrar por medio de la vida en comunidad.

La vida en comunidad cristiana presenta un reto, ya que hoy en día la sociedad está más apegada a la tecnología y a otras responsabilidades, por lo que dejan a un lado la religión y la fe. Las personas dejan de mostrar el compromiso con la religión y piensan que con el simple hecho de asistir a misa los domingos, o rezar, es suficiente. Pero esta idea es errónea, ya que lo que Jesús quiere es que lo demostremos a partir de nuestro amor hacia el prójimo. Que pongamos en práctica lo que predicamos, que hagamos el bien y que no juzguemos a nadie por condición; tal y como Jesús lo hizo.

Vivir en comunidad significa predicar la palabra de Dios y llevar su ejemplo por medio de cada uno de sus actos. Ayudar al prójimo y compartir cuando lo necesiten es lo más importante de la vida en comunidad.

Esto es lo que Dios quiere que hagamos, que llevemos su palabra hasta el fin de los tiempos y que le demos la mano a los que más lo necesitan ya que de esta manera estamos siendo fieles a su palabra.